Una casa es una gran inversión para cualquier persona. Por tanto, es fundamental asegurarse de que esté bien mantenido y refleje su estilo y preferencia. Sin embargo, puede resultar complicado y costar una fortuna. Por esta razón, se recomienda considerar un préstamo. Un préstamo de trabajo es una buena opción para cuidar tu casa en cualquier momento sin afectar demasiado tu situación financiera. Pero, ¿cuáles son las obras que puede financiar este crédito?
¿Qué es un préstamo de trabajo?
Generalmente es un préstamo solicitado a una entidad de crédito, con el fin de financiar obras en su hogar. En otras palabras, el prestatario utiliza este dinero para pagar el trabajo que desea realizar para mejorar las condiciones de su hogar. Por lo tanto, puede realizar cualquier acción con confianza. El préstamo de trabajo se concede a menudo en forma de crédito al consumo, crédito cedido o hipoteca.
La elección entre los tres tipos de préstamos depende de las necesidades del prestatario y del presupuesto que desee dedicar. Para ello, la duración y el monto del préstamo de trabajo varían según el tipo de crédito, por lo que es fundamental calcular el monto de tu crédito de trabajo antes de contactar con tu banco. Si la obra se financia mediante un crédito al consumo, el importe del préstamo no debe superar los 75.000 €, a devolver en un plazo máximo de 10 años.
Si el importe necesario para financiar la obra es superior a 75.000 €, se recomienda optar por una hipoteca, cuyo plazo de amortización es mayor. El crédito afectado se considerará cuando el prestatario conozca exactamente el tipo de proyecto que desea realizar o cuando recurra a un proveedor de servicios para que realice el desarrollo. En este caso, el crédito se asigna a un solo tipo de trabajo y el prestatario debe proporcionar documentos para justificar cada gasto.
¿Qué tipos de trabajo son elegibles para un préstamo?
Un préstamo de obra te permite financiar cualquier tipo de proyecto, desde el desarrollo hasta la decoración. Puede ser una acción esencial o simplemente una compra de comodidad. Los tipos de trabajo dependen de lo que el prestatario quiera hacer con el monto del préstamo, pero la lista puede ser larga y el prestatario tiene varias opciones. En este sentido, con un préstamo de obra todo es posible, siempre que no se requiera permiso de obra.
A continuación se muestra una lista de los tipos de trabajo financiados por este préstamo:
- Reforma de la casa o de una habitación: albañilería, rehacer el techo, sustitución de una caldera rota, calefacción, reforma de la cocina, energías renovables y adecuación a los estándares eléctricos entre otros.
- Acondicionamiento interior: aislamiento del ático, instalación de ventanas climalit, etc.
- Trabajos de ampliación (no sujetos a permiso de construcción): pueden afectar a un garaje, una terraza Incluso es posible ampliar una piscina o instalar una veranda, entre otros.
- Trabajos de embellecimiento y decoración: trabajos de pintura, tapices, revestimientos de suelos, transformación de la decoración de toda la casa, compra de muebles, etc.
- Compra de electrodomésticos y equipamiento: lavavajillas, horno, vitrocerámica, aire acondicionado, portón eléctrico, cocina, lavadora, cabina de ducha, etc.
Es obvio que un préstamo de obra es muy útil para financiar varios proyectos, siempre que el monto prestado no se destine a un proyecto específico. En caso de que el prestatario no quiera llevar a cabo la renovación de la casa por sí mismo, puede utilizar el préstamo para pagar los gastos de un proveedor profesional. Esto significa que el prestatario podrá gastar el dinero del préstamo como mejor le parezca, siempre que lo utilice para financiar el trabajo.