El arce japonés es un árbol reconocible que debe su apariencia a sus hojas similares a las manos y al color intenso que adquieren en otoño o primavera. Su nombre latino es Acer palmatum y se debe exactamente a la extraña forma de sus hojas. Palma significa palma de una mano. Estas palmas forman una corona rica y extravagante de color rubí que es visible desde lejos.
Al arce japonés le gusta el suelo húmedo pero no inundado y soporta fácilmente un frío moderado. Cuando hace mucho calor, el sol puede ser un problema y es mejor plantarlo en un lugar semi-soleado. La creación de bonsáis con arce japonés es bastante posible. Hay alrededor de 300 especies de este árbol con diferentes colores de hojas, formas de ramas y tamaños.
El arce japonés es una especie muy apreciada en el jardín japonés y representa un importante elemento decorativo que, según las leyendas, trae felicidad y éxito a quienes pasan por debajo de él. Para el interior, puede crear una decoración japonesa realmente hermosa si decide cultivar arce japonés en bonsái. Cada planta es única y no podrás cultivar dos arces iguales, lo que hace que la belleza de este notable árbol sea aún más rara. ¡Y cuando el color de su follaje se encienda, no podrás apartar la vista de él!
Un arce japonés en su entorno natural
Arce japonés, follaje en color vino.
Arce japonés en un jardín zen
Arce japonés con follaje morado
Los siguientes bonsáis son fantásticos. ¡Este árbol probablemente no se parece a ningún otro!
